jueves, 21 de diciembre de 2017

Veintiuno

Tal día como hoy todo empezó, una noche de verano, y también todo estalló una tarde de invierno;  y con eso empezó de nuevo.  Hoy casi no encuentro las palabras para expresar lo que siento ni lo que pienso y mucho menos para sacar lo que mis tripas rumian.
No sé, bajo por el barrio esperando verla, pero sé que ya no está a mi lado sino al de otro y la sensación de antes, desear verla, se convierte en un "¿para qué? "; si ya casi ni deseo saludarla ni ver su mirada, y menos encontrarme que alguien ocupa el lugar que yo no ocupo a saber porqué razón(esta noche soñé que él  me agarraba el cuello mientras se reía de mi, ella miraba pero parecía no verlo; aclaradora metáfora de como le dejé hacer su juego y ella se lo siguió mientras yo confiaba en no perderla, y ,lo peor,en sus palabras). Desear verla y desear ni saludarla, ¿cómo he llegado hasta aquí?. Hace mucho que no hay solución,  todo acabó casi sin darme cuenta o quizás lo sabía pero esperaba que ella se fuera alejando lentamente;  sabía que ella cada vez estaba mas lejos, la mirada nunca engaña, y tampoco encontré cómo reternela. Ya poco importa.
Vi esa niña que era, esa persona libre de toda la mierda del mundo, lo vi; y un día dejé de verlo y ya sólo quedaba ella con su vida, hice todo, todo, lo posible por recuperar esa visión pero ya la había perdido.  Vi la alegría, la ilusión, la vitalidad , en sus ojos y en su sonrisa; y la última vez que la vi sólo quedaba en ella vida y algo que no quiero ni pensar ni mentar.
Yo he muerto un poco mas, pero da igual porque me queda fuerza, ilusión y sonrisa para regalar; me duele no haber llegado a ella, no haberla llevado a mi inocente mundo.
Me dijo que un clavo saca a otro clavo, pero no, los clavos del corazón se quedan ahí para siempre. La vida me regala clavos, todos los días, pero eso no impide que los otros sigan doliendo, espero que algún día pueda mirarla sin sentir que me duele la cara, no creo que ella se lo merezca.
Entiendo lo que hizo, y su porqué.

Las coincidencias me hacen verla, o a su gente; a veces ya no se si yo lo induzco o si es pura casualidad causal.

Sinceramente,  me gusta vivir creando sonrisas y cuando dejo de hacerlo no soy capaz de quedarme. Siento si hice mil cosas mal pero siempre quise hacer el bien con lo que ya no se si estoy loco o simplemente que no entiendo nada.
Empiezo poco a poco, otra vez, con el mismo corazón,  la misma ilusión y la misma inocencia,  y sin perder ni un segundo de vista todo lo vivido.
Prefiero recordar que olvidar.