martes, 2 de julio de 2019

La soledad del torreta

Horas sin hablar con nadie
escuchando tus propias voces
o una radio
o unos pájaros
a las hojas hablando con el viento
casi nunca es soledad
siempre viene algún insecto
a interesarse por ti
o un águila a darte una clase.
A veces sientes que estás rodeado de seres:
toda la vida del bosque
o llega una compañera a preguntar:
-Eh, ¿qué pasa compi?
Y esa compañera hecha a imagen
y semejanza de Dios
es quien te despierta
de la espiritualidad de la naturaleza.
¿Será que el egocentrismo humano
nos inventó como dioses
cuando en realidad lo puro y espiritual
son las cosas ajenas al hombre?


A dos cabezas with Berta