miércoles, 9 de octubre de 2013

Las Moscas

Una cincuentena de moscas se agolpan contra los cristales,
algunas paradas, y otras se arremeten,
espero que desaparezcan en alguna embestida;
un momento de calma y casi todas se posan verticalmente
las pequeñas crías, las moscas menos feas, y las gordas peludas,
de repente una toca a otra y vuelve el kaos,
los zumbidos, los choques, el tocarse y huir.

A veces las odio,
con tanto alboroto no me dejan leer,
encima atraen avispas, que las cazan,
las saco a escobazos,
me parecen seres tontos
sin mas aspiración que esperar que desaparezca el cristal,
reproducirse,
volar,
y morir.

Pero me miran,
si pongo un dedo para que se posen lo hacen,
si me acerco a mirar sus peludas barrigas
se quedan medio quietas.

Las entiendo, y me siento mal por odiarlas,
son seres
tan milagrosos como nosotros,
y no merecen mi cólera.

Una avispa me está cabreando,
la dejo noqueada de un librazo,
salgo cabreado a tomar un poco de aire,
no tenía que haberla pegado

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